Primera página de mi nuevo diario

    Pocas veces me había tomado  tiempo para escribir las cosas que sentía, así como cuando era una niña y quería tener un diario aunque sólo durara una semana con esas ganas,  pero siempre hay una primera vez. Sería ambicioso decir que a mi corta edad lo he aprendido todo, es justo advertir que lo que escribo es el resultado de esas cosas que he vivido hasta ahora y han dejado alguna idea en mi cabeza o algún sentimiento en mi estómago.

  Cuando escribía en un diario sólo tenía una hermana, vivía en un apartamento más pequeño y podía decir que mi vida era casi perfecta. Ahora las cosas han cambiado. Mi familia creció y también se disgregó, mi casa es ahora más grande y quienes formamos este hogar somos cuatro mujeres y un hombre.

  Está casi demás decir que la convivencia entre cuatro mujeres es difícil, lo necesario es decir que ese convivir también enriquece. Dicen que sí yo viviera sola se me caería la casa encima, quizá tengan razón. Debo admitir que sin esas mujeres, con las que a veces es difícil convivir, seguro sería un desastre.

  ¿Y el hombre? Se preguntarán. El hombre de esta casa no tiene dientes, el hombre de esta casa se muere por jugar pelota, por un chocolate y por un tetero; el hombre de esta casa está aprendiendo a leer, a escribir y a decir ‘cuatrico’ para poder cantar “El burrito sabanero”. Él es el hombre de esta casa, casi todo gira en torno a él y nos desvivimos por sacarle sonrisas, por escuchar de su voz un “te quiero muuucho”. Hay otro hombre que está y no está en esta casa. Le ha costado decidirse porque parece que quiere quedar bien con Dios y con el diablo y para eso es mejor estar un poco aquí, pero también allá. Sigue siendo parte de esta familia disgregada que permanece unida de alguna forma.

  Esa es mi familia. ¿Y yo? Yo he tenido que tomar algunas decisiones, ya no tan recientes, que cambiaron mucho mi realidad ¿qué me llevó  hacerlo? Pensar que cuando crees que las cosas están bien, seguramente pueden estar mejor. Lo bueno de partir de ese pensamiento es que de verdad estoy mejor, aunque mire hoy con nostalgia fotos en aulas de la UCV, no tengo apuro y puedo dedicarle tiempo de calidad a cada cosa. La vida te muestra que tomaste las decisiones correctas, te regala INstantes que lo certifican, te regala personas que lo confirman.

  Yo estoy endorfinada y siempre optimista, como escribí por ahí. Soy sonrisa, paciencia; soy un no te preocupes, si no te vas a ocupar; soy llanto cuando siento que sólo así saldrá lo que hay dentro; soy soñadora y fiel creyente de lo posible que son los cuentos de hadas, ahora más gracias a ti. Soy indecisa; soy despistada pero hay cosas que no olvido y ten por seguro que alguna vez usaré lo que digas en tu contra, así que tienes derecho a guardar silencio. Soy la hermana mayor, la hija, la prima, soy felicidad con piecitos feos.